Tu cuerpo al desnudo reclama mi boca
Mi impronta sedienta beber tu orfandad
Mis manos furiosas exigen nerviosas
Mi niña preciosa, tu piel y humedad.
Tu vientre princesa, tu vientre de rosas
Que aquí en mis cosas, es placer ideal
Lo beso lo abrazo con dulce delirio
Lamiendo del punto vital del amor.
Mis labios sedientos reclaman tus besos
Exigen tus senos en mi redención
Pues quiero ser santo amor de mi vida
El santo más santo de tu perversión.
Yo siento mis manos recorrerte toda
enredado en tus brazos rendido en tu piel
lamiendo y "senando" de pezones erectos
el almíbar perfecto, de la Creación.
Mi niña, mi esposa, tu beso rebelde
Tu dulce de leche reanima pasión
Y es calcio preciso a estos mis huesos
Que buscan descanso en tu corazón.
No existen palabras para lo que siento
Tampoco acentos que eleven mi voz
Vocablos soeces invierten el canto
Y yo con mi llanto fornico un adiós.
Si al menos preñada de mi rebeldía
Volvieras un día del brazo de Dios
Te juro deleites de besos y orgasmos
Prometo espasmos de mi perdición.
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