Recuerdo esa tarde vestida de novia
En que tus besos me hicieron llorar
Faltara tan poco para hacerte mía
Mas llegaba la hora a ti de partir
Miraste traviesa dulce y coqueta
Y no supe si odiarte en mi poquedad
Que tuve que echarme un trago de vino
No fuera el destino me a castigar
Te dije preciosa sabés donde vivo
Si acaso un día tú quieras volver
Pero ya ibas lejos y no me escuchabas
Y ni te volteaste al verme llorar
Desde ese momento todo fueron sombras
Y viví fingiendo una risa mortal
Perdía una parte de mi propia vida
Moría y moría mi dulce y coqueta
Mientras vos mentías allá en el altar.
Encaminé mis pasos a lo de María
Y fue mi bandera un pisco guapón
Y fueron tres días que pude olvidarte
Borracho de celos pidiendo perdón.
De vuelta en el cuarto me quedé dormido
Soñando quimeras que no volverán
Besaba tus labios con loco desvelo
Mordía tu pelo mujer de verdad.
Un día cualquiera volví ya a la vida
Más muerto que vivo que le voy hacer
Te quiero te amo por lo que me queda
Y aunque ya sepa que serás desdicha
Mujer infinita yo te hei de querer.
Derechos Reservadoss © Jaime León Cuadra
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