Lentamente voy despertando,
En un holgazán entreabrir de ojos ,
ardiente embriaguez sueña aún mi cuerpo,
Aunque mis libertinos tendones ,
no impiden el primer resuello tenso;
la dulce aurora enseña tu impudor entre las sábanas:
alcores de percal moldean la piel humana;
todavía te observo, estremecida;
sobre las hebras de tu barriga,
gira un cosquilleo de impúdica humedad:
la fragancia de tu esencia encandila la mañana.
Olor a semen lleva tu espalda.
Hace poco te has masturbado,
jugando con mi cuerpo.
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