RADIO PIANO BAR
19 enero, 2011
MIS MANOS - RELATO
Miro mis manos, llenas de tanta huella. Por ellas han transitado mis pecados y mis virtudes, pero sobre todo, tu piel. No, no quieras que te nombre, no sería justo. Déjame decirte solamente MUJER.
Te pido perdón y te perdono, pues como te amé, dejé de hacerlo; como me amaste, también dejaste de hacerlo. Me sigues y te sigo, tal vez como ese recuerdo preciso, u otros ¿quien sabe?, imprecisos, con los que te dibujo en mis sábanas, cada vez que éstas respiran soledad.
Pero no olvido MUJER, con estas manos planté árboles, hortalizas y flores. Con estas mismas manos, me aferré a tu olvido, rompí tus cartas con amor y rabia y también con lágrimas. Escondí alguna foto que me recordara nuestro tiempo, no fuera el destino, regalarnos un frente a frente y no tener una referencia.
Una entre todas, fuiste la madre de mis hijos, pero ya no tienes nombre… pudo ser, si claro pudo ser simplemente ella, aquella o incluso Zulema, Fresia o quizá Leonor.
No me da la gana juzgar del resultado. Seré franco conmigo mismo, la vida enseña y de no haber sucedido, lo que finalmente nos separó, no habría conocido… tampoco le pondré nombre, aunque creo se lo merece, pero hubo tantas pequeñas ternuras, que también las llamaré MUJER.
Creo que es mejor amarte, infinitamente en todas las instancias. Cuando lloras, cuando miras en complicidad mis bellacos proyectos o simplemente cuando, sin más me has besado. Ya no habrá creo, circunstancias especiales, me rindo a tu ternura de niña aborreciendo si, cuando vives la vida atormentada por afanes de poseer lo que no se puede poseer.
Te amo, cuando te fuiste agradecida de un instante, cuando inventaste conmigo una familia, cuando te apareciste en momentos de reconstrucción y me propusiste amarme, a cambio de nada. Cuando, otra vez sentí en caballo viejo, la dulce poesía de tus versos en francés. Cuando me empapé del aroma primaveral de una piel aún virgen. Soy feliz de recordar esas locuras. Porque el poeta es así, un poco loco y siempre enamorado de tu pelo, de tus ojos, de tu aroma.
Solo mis ojos pueden imaginarte doncella galopando caderas de placer. Solo mis manos saben lo que escribo, para ti, MUJER.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario