Palimpsesto de Monsieur James
La noche de Onan de Linda Ly Sieges.
En tanto vuela mi entelequia
a complacencias disimuladas
la oscuridad embebe de lasitud palpitante.
Las doncellas que me disfrutaron
son espectros, felinas sin rostro
manos que me empapaban en mimos;
bembos y lenguas tentando mi intimidad.
La noche se afiebra de efigies
y deseos aún no satisfechos,
flamígero aposento hiede a enjundias,
tributo de mancebo ardiendo
en sagrario de ofrenda.
La sombra me quema entre las sábanas,
mi desarropes es tentación al abandono.
Una mano se corroe entre mis hebras
donde el palmar busca la fricción
y tienta el fajo febril
animando la tentación.
La noche esta llenándose de suspiros
gemidos de placer solitario,
todo arde a través de auto caricias
soy varón íntegro de mis manos
rebusco eyacular capullos
la noche calurosa en mis sudores
refulge en mi nervio jadeante;
llega el goce en estremecimientos
e íntimos latidos …, ¡muero un rato!
La noche sigue serena y apacible
una suave brisa me envuelve,
respiro cansado pero colmado
de placeres hasta ahora secretos,
consumados ante la hornacina del pecado.
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