Tengo la piel enamorada
Sentenciara a mi oído
En tanto besaba su vientre
Para despertar el amor.
El recato y el candor
Me estaban haciendo daño…
Yo la estreché contra mí
Y le dije que la amaba.
Bajando ya a la cruz
Con toda mi ternura
Un vestigio de luna
Saciaba mi eterna sed.
También le di de beber
Esa noche tan intensa
De perversa locura.
Sentada en mi orfandad
Con exquisita voluntad
Quiso ser mía.
Mas nada
Presumo de poeta
Mis sueños
Y mis fantasías.
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