¡Fui excomulgado por la Santa Iglesia Católica! dijo, a tiempo que prorrumpía en llantos incontenibles e inconsolables. Había tenido el coraje de arrancar de las garras de un extraño sacerdote, una niña que confesaba con humildad y fe los “pecados” cometidos solo en pensamientos y de los que parecía disfrutar con el detalle, el vestido de sotanas, escondido tras promiscuo confesionario.
……
Si separamos -necesario en este análisis- la Santa Iglesia Caótica de las creencias religiosas, que en general propenden a una mejor convivencia, creo que es primordial preguntarse, ¿qué horrendo tiene el hecho de ser excomulgado de una Institución cuyo prestigio actual, es nulo o está por los suelos.?
Sabemos que su Gobierno Central, opera en el Estado más corrupto del Continente Europeo y en definitiva más rico del mundo, explotando la figura ya no solo de Dios, sino de una infinidad de Santos y objetos de culto que en definitiva no tienen otro objetivo que desviarnos de los verdaderos valores que debe asumir el hombre y la mujer en este mundo y que se venden como pan caliente en tiendas y boutiques especializadas.
Seamos objetivos y comparemos. Mientras Jesús hombre, se paseaba a pie desnudo y/o a lomo de mula, visitando enfermos, desposeídos, prostitutas y al mismo tiempo consagraba la mayor parte de su tiempo a enseñarnos los valores esenciales para construir una vida sana, reclutando para si y para la continuidad de su obra, hombres humildes y trabajadores, el representante de Dios en la tierra, (las patitas) en cambio, lo hace en Papa-móvil, visita en general los grandes de este planeta en Jet privado y toda la escolta de servidores, guardaespaldas etcétera y justifica de una u otra manera todo tipo de guerras y violencia, que ponen a su Estado y sus intereses en peligro. Vive en un castillo y se reposa en una estancia de lujo. (Castengandolfo) Viste como un rey y actúa como un lacayo de los intereses privados de este mundo.
Entonces, qué significa en realidad ser excomulgado de la Santa Institución. Me pregunto.
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