Quisiera y no puedo
blasfemar mi destino
pues conservo promesas
que saben a trinos
y unos ojos tan negros
como fruto de olivos
y su pelo de lluvia
dorado de trigo.
Quisiera y no tengo
por un amor maldito
una copa de vino;
su palabra me quema
me angustia su olvido
ella vino a quedarse
por cuatro caminos
lo juró y me dijo:
¡yo soy tu destino!
Pero el tiempo es finito
mi sueño de vidrio
y sus ojos me miran
me habla su trino
su pelo dorado
es cielo y es trigo.
Mi pena infinita…
Quisiera y no puedo…
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