RADIO PIANO BAR

24 enero, 2011

UNA HISTORIA HORRIBLE

Contaba con apenas 11 años y se truncó su vida de niño. Falta de alimentos, y tiempo perdido en colas interminables para conseguir un maldito pollo, lo alejaron del Colegio público, lugar en que se adoctrinaba a los niños a los ideales socialistas (comunistas) para los más radicales. Qué decir con los productos que no eran estrictamente necesarios para asegurar al menos la alimentación. Así la pasta dentífrica, el jabón y las colonias pasaron al mercado de lujo.
Mientras tanto, se nacionalizaba el cobre, se redistribuía la tierra, se nacionalizaba la banca y se inducía a los trabajadores a concentrarse en una Central única, de manera a fortalecer sus derechos, que tanto muertos le había costado.
Con 14 años de edad, todo volvió a la normalidad y aquel niño pudo, aplaudir desde el interior de su inocencia, como el Dictador de facto, asesinaba, torturaba y se enriquecía con las joyas de las viejas del Barrio Alto.
Pero este chico, había quedado impedido, luego de tres años de Socialismo, de razonar, por lo que decidieron enviarlo a Florida en USA.
Cuentan que no quiso estudiar, a pesar de su temprana edad y se amurró, encontrando si su máxima felicidad con los programas de Don Francisco, que por entonces, se había establecido como vedette latinoamericana.
Ahora pisando los 50, repite y repite incansablemente que Allende es un maricón que se suicidó en La Moneda. Claro que lo repite, y no se le puede atribuir responsabilidad alguna, puesto que el repetir no implica raciocinio propio.
Hoy se alimenta de Pelotón y no se pierde partido del Colo Colo. Gracias a la globalización de los medios de Alienación (Comunicación)
Diré, que en un país como USA, no necesito de grandes estudios, para desempeñarse decentemente en un oficio que en Chile es sinónimo de pobreza.
Pero cual es la triste verdad en todo esto, es la falta de cojones para enfrentar la vida y cuando falta un miserable pollo, por la cresta, hay que salir a buscarlo.
Esta historia no es ficticia, ni obedece a la casualidad, es más real que la cresta.

No hay comentarios: