gemidos esclavos de ecos permisivos
en transparencias de destellos eróticos;
la razón del eco,
fueron besos en tus pechos
y luego
un poco morir
Va y viene el zarandeo de entrañas
estalla el mundanal espasmo
y cae disuelto por los intuitivos
en la pendiente de un pubis erudito
al aroma del deseo que me lleva a morder
clítoris que de ti aguardo
(suspiro)
te voy vislumbrando
enlazada a mi verraco alcanzar
y el desliz no es mal
mas bien es delicioso
Entonces
Te acorralo en lo que me devuelve el espejo
desnuda tan cerca y tan lejos
generosamente de piel presente
tienes mi falo entre tu morbo
y yo te tengo entre mis dientes
ese mendruguito adorado
que de pronto también se yergue
De la forma que quieras te abordo
te hurgo
te urdo
te busco toda
te bebo
probita
hasta que prorrumpas en estertores
de placer de bosques
regálame tus pechos
que crezcan tus fresas en mi boca
para volverte loca
en gozos de pedúnculos.
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