Convengamos que no existen países pobres económicamente. Todos –unos menos que otros, probablemente- poseen riquezas naturales, tierra de cultivo, lugares de atractivo turístico, historia, culturas, lugares de interés arqueológico, etcétera.
Sin embargo, existen pobres –económicamente hablando- incluso en los países llamados –con bastante soberbia- desarrollados. Los Imperios de este mundo.
Que la corrupción tampoco es un mal de los países, que se sitúan especialmente entre los denominados del tercer, cuarto y quinto mundo. –los imperialistas son todavía más corruptos- sin dudas.
Si fuera así, -como es dado creer- sería entonces tarea fácil de ponerle coto a la corrupción, bastaría con la pacífica intervención y la presión moral de los países del “Primer mundo” para acabar con la corrupción y pobreza económica, en el planeta.
Porqué no sucede, es porque los países llamados del primer mundo, y para afirmar su supremacía económica, corruptos en sí, corrompen a los “dignatarios” del segundo, tercer cuarto y hasta quinto mundo. Y eso confirma de aquello de “quien corrompe es el principal corrupto.
Existen Pobres porque la riqueza del planeta no se distribuye equitativamente, muy por el contrario, los sistemas económicos implantados, son técnicas utilizadas con ayuda de la legalidad, -aunque injustas- para favorecer siempre a una casta dominante mundial, que es la que impone dichos modelitos, y por unanimidad en Palacios también corruptos.
Y si esto no fuera suficiente, esta casta dominante, cuya bandera es el signo us$, euro o como se llame, fabrica y vende armas de destrucción masiva, con las que, luego de provocaciones y mentiras –la mayoría de las veces- montadas y defendidas con el rigor del valor y los principios de democracia y libertad, confunden al mundo y le declaran la guerra, a quienes osen atentar contra los bienes usurpados de los países, a los que sus intereses dañan.
Miremos esto ahora desde un contexto más familiar. Nuestro país –el que sea-
Quiénes realmente producen riqueza, son los trabajadores. El albañil, el carpintero, el gásfiter, el obrero industrial, el panadero, el mecánico, el mozo, la empleada doméstica etcétera., etcétera…
¿Quienes se aprovechan? Los Patrones.
El hombre del maletín, del celular y del modelito de automóvil que más convenga a sus propios intereses. Aquel que no paga imposiciones por el total de los salarios asignados, que no paga lo convenido por la ley, so pretexto del amedrentamiento del que se sabe capaz a raíz del gran porcentaje de desempleo (cesantía) con el consabido –¡si no te gusta te vay!-
¿Quienes fiscalizan estas arbitrariedades? Los Patrones –¿otra vez?- (por supuesto)
Entonces, cada año el rico es más rico y el pobre más pobre.
Veamos:
Hay forma de cambiar estos modelitos económicos, de manera simple y eficaz, me parece que el trueque es la solución ideal. Pero…. También existen los pobres de espíritu y contra eso, es difícil encontrar solución. Por el momento, en todo caso.
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