
Llegué por destino al valle
Me empiné entre mis certezas
Y divisé el sendero erizo
Que me llevaría a TI
TI es una ciudad hermosa
Tiene de capital La Boca
Es Virgen la Concepción
Y dos volcanes en erupción
Que son Idilio y Sirocos.
Albergué allí en sus cerros
Que son Edén y Paraíso
Y en sus faldas arrogante
Levanté carpa en sus abismos.
Me besó Idilio, me besó La Boca
Con su exaltado hechizo
Unas trenzas en cascadas
Acentuaron lo castizo
Y bebí la chicha blanca
Que me propuso Sirocos.
Arrobado de perfumes
Con embeleso de azahares
Fui a buscar en sus altares
Ese diamante divino
Prisionero de su noche.
Una vez en sus adentros
Irrumpió dulce torrente
Y un eco de lamentos
Transeúnte en la tormenta
Escuche a ciencia cierta
En dulce gemir Volcanes.
Con la furia vino la calma
Y entre cerezas y almohada
En mi boca mojada
Embrujos lácteos de malva.
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