Muy próximos a despedir otro ciclo de vida, otro trecho del camino asignado, otro escalón del afán cotidiano. Todos, desde distintos estados proyectando un poco de lo mejor de nosotros mismos.
Al acercarnos al minuto último de este trayecto, quisiera que el idealismo se apodere de todos nosotros como meta iniciadora del año que se avecina.
Con esto quiero agradecer públicamente todos los comentarios, criticas, opiniones que pudo suscitar mi intervención en cada uno de los proyectos que tuve el honor de presidir y por ende, abrazar a todos y cada uno de ustedes que también colaboran, participan y logran con su estímulo, la creación de una gran familia que se ha dado, tácitamente, por tarea la de difundir el arte, valorar la cultura y por su intermedio crear círculos de paz, de amor, abriendo, de esta manera, el camino a un futuro menos materialista y mucho más humano.
Esta interacción es realmente positiva y hago votos para que siga creciendo de manera a que, más temprano que tarde, podamos enarbolar una sola bandera, como hermanos planetarios de la mano y por la paz.
FELICES DESPIDAMOS EL AÑO QUE NOS DEJA Y FELICES RECIBAMOS EL NUEVO CICLO QUE NOS ABRE SUS PUERTAS PARA CONTINUAR POR EL BUEN SENDERO QUE YA HEMOS TRAZADO.
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