
Te voy contar intimidades y desvelos
Tan ciertas como tu ombligo-pubis;
Y es verdad mujer
Despierto con ansiedades
-Y te juro no estoy enfermo-
De alimentarme sólo de vos.
Anteanoche fui doctor, hoy día maestro
Y en cada cita amor a flor de orgasmo
Te imagino virgen, casta, pura, doncella
Y en febril alcoba mi boca te hace el amor.
Desde el balcón de aquella playa
Se oye un murmullo de olas
Y yo siento de revés el concierto de tus cosas.
Te masturba con la noche la salinidad del mar
Y me hundo en tu humedad sediento amor,
Así dejo escapar, aún sediento
Un aullido de placeres.
Me excitan tus tormentas arrebatando así,
Perversa y carnosa es tu sentencia
Y yo la vuelvo a besar.
Un hijo vendrá del mar empujado por el viento
Polinizado el encuentro por espumas de coral.
Y aceptaré al ladrón que se aferrará a tus pechos
Alimentándose del pezón que me quitara el aliento
Cuando era yo el que alimentara mis tormentos
Con la intimidad de tu piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario