Y tuve yo amantes
De puño muy fino
Decía el triste de Hilario
En su plegaria de cirios
Santuario y fragancias
De un altar no mío
Y vuelvo a mí la infancia
Desnuda de exilios
Y siento en el pecho
Estallar remolinos
Septiembre se agita
En mi copa de vino.
Y aunque la tierra es la misma
Con muchos más ricos
La empanada es puro pueblo
De queso o de pino.
La Cueca se siente
Y la enagua se añora
Distante del suelo
La Patria es también
De HILARIO una lágrima.
Y el amor volantín
Que lo lleva en el alma.
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