RADIO PIANO BAR

06 enero, 2011

QUE EL TEMPORAL, NO DE PASO A LA CALMA…

Loas a los que lideraron las faenas de búsqueda. Reconocimiento al Gobierno de Chile que no escatimó recursos, digámoslo económicos, primero para ubicar a los mineros atrapados en el subsuelo minero en Copiapó y luego para su posterior rescate. Loas a los trabajadores que permitieron que esta enorme labor, cristalizara con una noticia –de gran jolgorio- no sólo para los familiares de los mineros sino para todo Chile, que se unió en un solo cuerpo y demostró que cuando la sensibilidad del hombre y en especial de los políticos, es sacudida por estos delicados acontecimientos, en que el dolor no es ajeno, todo es posible.

La lección señores políticos, es que las luchas intestinas de politiquería barata, no es más que desperdiciar tiempo inútil en vez de gobernar con altura de miras, que es tarea de todos ustedes, para ello recibieron la aprobación de la ciudadanía en elecciones libres y decoradas del difícil paradigma de democracia, es lograr resultados benéficos para el colectivo.

Pero, -maldito pero-. No basta, y no solo no basta, sino que la tarea que se viene es colosal y no tienen como eludirla. Estas últimas tragedias, siempre las paga y las ha pagado el trabajador; recapitulemos en las más significativas de estos últimos meses: Erupción del Volcán Chaitén, Terremoto y maremoto, y esta última tragedia minera dejan al descubierto el apetito voraz, desmedido e inhumano de bandidos de cuello y corbata eregidos en patrones. Desparece todo un pueblo, Edificios recién construidos se van al suelo y las mazmorras en qe habitan un porcentaje elevado de trabajadores no resiste los embates de la naturaleza.

Aparece el consabido, “No es tiempo de recriminaciones” “borrón y cuenta nueva”
Para dar paso a la mezquina y siempre repudiable institucionalización de la impunidad heredada de la dictadura civil política y militar. Por el contrario, llegó la hora en Chile de anteceder a todo esta hecatombe de irresponsabilidad todo el peso de la justicia y de la razón.

En todos los sectores de la industria chilena, es indispensable mejorar la legislación en cuanto a seguridad se refiere y no solo en el sector minero, en todos los sectores de la industrialización. La cultura patronal debe cambiar y no debe cambiar solo impulsada por leyes y decretos que endurezcan y criminalicen estos actos de voracidad patronal, también debe cambiar la cultura que anima a los empresarios a lanzarse en proyectos de esta envergadura y cuyo único objetivo es enriquecerse indebidamente.

El Estado Chileno, debe promover la autonomía fiscalizadora para evitar presiones de un mismo nivel de autoridad. O se atienen a las normas y a la legislación vigentes o sencillamente no operan. La corrupción debe criminalizarse.

Una faena que no cumpla con todos los medios de seguridad necesarios para sus trabajadores, no debe bajo ningún pretexto, ponerse en marcha, sea cual fuere el sector de actividades y las presiones y el matonaje ejercidos.
Pero hay más, estas últimas tragedias han dejado al descubierto otros problemas, de bastante importancia y son el incumplimiento salarial que va acompañado de los beneficios sociales – imposiciones, regalías, bonos de producción, seguros de vida, etc, etc, que en general acusa enormes retrasos.

Y no todo termina aquí, ya va siendo tiempo que la redistribución de la riqueza, sea materia de una justicia irreversible que permita a todos los trabajadores chilenos, sentirse que forman parte de un país que decide ponerse en marcha.

La justicia social, acaba paulatinamente con los descalabros de la delincuencia, de la drogadicción, porque el país genera empleos que permiten trabajos dignos y remunerados a su justo valor.

No pueden existir condominios de lujo para los patrones y callampas o tomas de terrenos para los marginados de este país.

Señor Piñera, tiene usted una oportunidad única de erguirse como el más grande de los estadistas y gobernantes de este país. Un país entero le ruega que no desperdicie la oportunidad, todo Chile va a apoyarlo.

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