CUESTIONES DEL JURGOL

Conmoción causó un desaire a la autoridad, al gobierno de Chile, a su representante… gran preocupación política en Chile, luego que el gran maestro Marcelo Bielsa, sin querer hacerlo, estrechara a regañadientes la mano del Presidente de Chile, el “Excelentísimo” Sebastián Piñeira. La portavoz de la Presidencia, Ena Von Baer, enfatizó el hecho, agregando, con toda impunidad, que Piñeira es el Presidente de todos los chilenos, afirmación por lo demás escandalosa, a los que se agregaron otros confundidos ilusos. ¡Las patitas!

Ser Presidente de todos los chilenos, estimada señora Baer, es, sobre todo, estar realmente preocupado de los problemas que a diario siguen sufriendo los más afectados, en estos momentos, por la catástrofe natural, es cierto, del 27 de febrero próximo pasado y no especular y seguir especulando para que las acciones del Sr. Piñera, de las que todavía aún no se desprende, sigan subiendo en la bolsa de valores.

La opción del maestro Marcelo Bielsa, es personal y nadie puede obligarlo, por el contrario deben respetar sus principios, que a muchos, llegado el momento, les cuesta defender, además que en nada altera o modifica las que debieran ser las verdaderas preocupaciones del Gobierno. ¿no le parece, “Excelencia”? Existen aldeas, villorrios,
Pueblos abandonados y eso usted lo sabe, que aún no reciben ningún tipo de ayuda y esto, a más de tres meses del lamentable suceso del 27 de febrero.

No quiero ser pesado, pero creo que debo llamar la atención en estos temas, que de seguir así, siguen alienándonos a la mediocridad y nos incrustan más en culturas que ya es tiempo que empiecen a cambiar y de verdad. ¿Era necesario invitar a los muchachos de la selección a Palacio? ¿Agradecerles qué? ¿vitorearlos en honor a qué cometido futbolístico? acaso no están dando señas que nuestra meta será siempre la de estar ahí, entre los mediocres.

De ganar la Copa un día, y ateniéndonos a esta mentalidad mediocre, seguro que los condecoran y los nombran ministros designados, como el otro. Basta del circo, si ya la televisión nos tiene chatos con tanto reality show y tanta panacea inútil, improductiva y de mal gusto.

Excelencia, basta de farandulera barata, póngase a trabajar por Chile, si no puede vender sus acciones, las dona al hogar de Cristo y ya. ¿qué tanto será? Para todo su peculio, no representa nada, pero para esos ciudadanos chilenos abandonados de los problemas que debieran interesarle sobre manera, representaría un cambio sustancial.

Le dejo Excelentísimo, y que la próxima elección la gane el más mejor.